El sector turístico no es sólo el motor de la economía española, además es un integrante de la economía mundial, tanto por su crecimiento como por los aportes que realiza al planeta y al desarrollo.
Cuando hablamos de turismo, englobamos a todas las empresas de hostelería, restauración, compañías aéreas, cruceros, tour operadores, agencias de viajes, eventos y congresos, etc.. que gracias a su profesionalización, se han desarrollado a lo largo de la historia.
Pero desde hace más de 6 meses, estamos atravesando uno de los periodos más difíciles de nuestra sociedad y de la industria turística. La pandemia nos ha hecho vivir momentos de vértigo, con hoteles cerrados, ERTEs, aviones en tierra, caídas en Bolsa y cese total de actividad en medio mundo. Nunca antes nos habíamos enfrentado a una situación semejante.
Mirando hacia atrás, y siendo consciente de que todavía no tenemos perspectiva histórica sobre lo ocurrido, es de admirar cómo el sector ha reaccionado ante esta situación tan desconocida y a la vez tan cambiante, que todavía hoy nos genera a todos una gran incertidumbre.
Muchas empresas fuimos conscientes de la importancia de ponernos a trabajar uniendo a la industria en su conjunto. Comenzaron los webinars, donde profesionales compartíamos las estrategias, las dudas o simplemente la visión sobre lo que estaba ocurriendo y cómo sería el futuro. Se trabajó muy duro en protocolos específicos, con la finalidad de poder reanudar la actividad ante la temporada de verano.
Todos somos conscientes de que este año será sin duda, el peor de la historia para el sector, pero no por ello se debe disminuir la calidad que identifica a la hostelería española a nivel internacional. Además, mientras no se descubran soluciones médicas efectivas, tampoco podemos quedarnos con los brazos cruzados, la situación es difícil, pero es el momento de sumar esfuerzos empresariales, trabajar duro pero mirando siempre al futuro con esperanza.
Una crisis como la que vivimos deja claro que hemos de salvarnos juntos, y que la responsabilidad recae en todos y cada uno de nosotros. Si aprendemos de lo vivido y si somos capaces de volver a una normalidad que sea realmente nueva y mejor que la anterior, apostando por la sostenibilidad, la RSC y aprovechando las ventajas que nos proporcionan las nuevas tecnologías, quizás estos meses de sufrimiento hayan supuesto un aprendizaje, una oportunidad para ser capaces de cambiar y mejorar, pues nuestro potencial de transformación es más grande de lo que imaginamos.
Desde Resuinsa os arropamos a todos, somos un equipo.
Félix Martí