El pago con tarjeta, especialmente el contactless, se ha vuelto el aliado perfecto en tiempos de pandemia para evitar el contacto y agilizar el proceso. De hecho, un 75% de las transacciones en toda Europa ya son contactless, tal y como afirman los últimos datos de Mastercard. Además, el pago móvil también está viviendo una época dorada, pues un 34% de los españoles utiliza ya su teléfono para pagar sus compras, según un reciente estudio llevado a cabo por Visa.
Pero esto es solo el primer indicio de cómo la tecnología está ayudando al sector ante la coyuntura sanitaria y económica actual. Estos son los principales cambios tecnológicos para ser restaurantes más difigitales
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Experiencia de pago más digital
Muchos restaurantes están desarrollando modelos híbridos como realizar el pedido online y recoger y pagar en el establecimiento. Existe una gran cantidad de apps que permiten hacer esto dependiendo de la zona geográfica como Cover, Droplet, Dash o LyfPay pero modelos como el pago con código QR van a experimentar un crecimiento, pues Paypal ha anunciado recientemente que implementará esta solución y también se espera que Apple lo desarrolle en los próximos meses.
En el ámbito del pago se están utilizando también tecnologías emergentes como el reconocimiento facial, que además minimiza el contacto al máximo en un momento en que este factor es esencial y compañías como KFC ya están experimentando con ello para mejorar la experiencia de pago de los clientes.
Por último, los modelos de suscripción también están llegando al sector de los restaurantes. Como una mensualidad a una plataforma de vídeo, la marca de alimentación Panera lanzó el año pasado una tarifa mensual de 8,99€ que permite beber todo el café que desees en sus establecimientos.
Pero no solo ha cambiado la forma de pago, sino también las vías para hacerlo. Los nuevos canales de pago también han sido protagonistas de este cambio, como los kioscos de autopago en los restaurantes de comida rápida o directamente los pagos online al pedir comida a domicilio. De hecho, los restaurantes que ofrecían este servicio tuvieron un incremento de entre un 40 y 50% de los pedidos entre marzo y junio del pasado año en la conocida plataforma JustEat. Es decir, la experiencia de pago ahora es más digital.
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Códigos QR
Otro de los cambios más rápidos que la pandemia ha traído a nuestra vida cotidiana es el aumento en el uso de los códigos QR en restauración, que se usan mayoritariamente para poder ver la carta o menú del establecimiento. Prueba de su popularidad es el aumento que hubo de búsquedas en Google relacionadas con QR en España, que aumentaron más de un 200% entre abril y junio de 2020.
De hecho, en regiones como Castilla La Mancha será obligatorio desde el 12 de marzo escanear un código QR con nuestros datos para acceder a locales de hostelería y así facilitar el rastreo en caso de contagio. Las cifras publicadas de aquellos que ya lo han implantado indican que más de 88.000 personas lo utilizaron en los dos primeros días, por lo que demuestra que es un método de fácil aplicación y asimilación por parte del usuario.
Pero también este recurso se puede utilizar para recoger pedidos en el propio restaurante, como ha habilitado la empresa de servicio a domicilio Glovo, o incluso para pagar. Por ejemplo, la aplicación WeChat, que permite realizar pagos con esta tecnología en determinadas regiones, fue testigo de un incremento del 26% en el uso de estos códigos para realizar pagos en el primer semestre del año pasado.
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Fidelización digital
En restauración también se está optando por digitalizar los programas de fidelidad para ganar clientes.
Por ejemplo, grandes marcas como Subway o Starbucks son sólo algunas de las compañías que se han asociado con Apple para integrar su programa de fidelización con Apple Pay, permitiendo que los clientes paguen, ganen puntos y canjeen sus beneficios con solo pasar su tarjeta bancaria por el TPV.
Y es que cada vez menos clientes utilizan las clásicas tarjetas de estos programas, e incluso un 52% afirman que nunca las utilizan, según datos de BNP. Por ello la hostelería también está apostando por esta tendencia, ya que el 73% de los consumidores recomendarían empresas con un buen programa de fidelización, según The Loyalty Report.
En definitiva, vincular este proceso al momento de pago, como en el ejemplo de Apple Pay, es una manera de agilizarlo ya que las nuevas tecnologías de pago móvil como los “wallet” permiten tener en un mismo lugar todos los datos, en lugar de tener que utilizar una tarjeta de puntos específica para cada transacción. Además, los nuevos terminales de pago incorporan como valor añadido la posibilidad de realizar altas, canjes o ver el estado de tu membresía a través de la pantalla del TPV.