El pasado mes de octubre el mundo vivió un desajuste de aprovisionamiento de materias primas, afectando globalmente a todos los sectores económicos que dependían de materiales para sus procesos de producción. Tras dos años de pandemia y comenzar a levantar cabeza, el sector hotelero se enfrenta actualmente a las consecuencias de un conflicto bélico cuyas repercusiones quizá estemos sólo empezando a visualizar y que asesta un nuevo golpe a las cadenas de suministros con importantes problemas de desabastecimiento.
Comienzan a detectarse tensiones provocadas por la guerra en sectores muy concretos: alimentación, tecnología, energía... Esta última en Europa ya la llevamos padeciendo hace tiempo y ha hecho que muchas empresas estén replanificando cadenas de suministros para que la logística no se rompa. A diario vemos ejemplos de cómo este conflicto está retrasando la llegada de envíos, incrementando los costes de la industria e incluso poniendo en riesgo la disponibilidad de algunos bienes.
Félix Martí, Director general de Resuinsa expresa los grandes esfuerzos que está haciendo la Compañía para mitigar la situación, optimizando al máximo sus procesos productivos, buscando vías de suministro de materias primas alternativas y mejorando su eficiencia. Aun así, están sufriendo también las consecuencias de estas circunstancias extraordinarias debido a que toda la industria está interconectada.
“Ahora más que nunca es muy importante tener una base sólida en la hostelería contando con unos colaboradores fuertes que aseguren el abastecimiento. Un hotelero se ha de dedicar a su negocio y no a solucionar problemas de sus proveedores. Es en estos momentos cuando hay que estar más seguro y confiar en los que realmente llevamos años de forma ininterrumpida dando servicio” ha explicado Martí.
Queremos transmitir a todos los hoteleros que de la mano de Resuinsa podrán dormir tranquilos porque nuestro compromiso con ellos sigue siendo firme como el primer día. Afortunadamente fuimos previsores y viendo la evolución de la pandemia, el alivio de las restricciones y las ganas de viajar que tenía la gente, pusimos nuestra maquinaria a funcionar al 100% para ser capaces de llegar al mes de marzo con toda una gran previsión de stock fabricado. De este modo podemos dar servicio no sólo a todos nuestros clientes sino también a los que nos llaman desesperados porque abren los hoteles para la Semana Santa y su proveedor habitual está desabastecido.”
De hecho, subraya que vienen tiempos difíciles por la situación internacional pero también una oportunidad que el sector turístico lleva esperando 2 años y debe aprovecharla.