El Black Friday entró en nuestras vidas para quedarse. O así lo estamos viendo desde el 2012. Diez años han pasado desde que abrazamos esta tradición norteamericana.
Como relata National Geographic, en España el Black Friday llegó en 2012 de la mano de la cadena alemana MediaMarkt. Inicialmente, parecía una frivolidad y la acogida no fue muy entusiasta, tal y como inicie el estudio de la publicación. Sin embargo, un año después, en 2013, El Corte Inglés y Amazon incentivaron también sus ventas con esta moda consumista.
Desde entonces, cada vez son más los comercios y grandes almacenes que celebran el día de los grandes descuentos. En 2015 más de dos millones de españoles compraron ese día, gastando una media de casi 300 de media en un solo día. Esta cifra, no obstante, ha bajado con la pandemia y la crisis actual, aun así, el gasto medio por habitante no baja de los 200 euros. Un presupuesto muy elevado si pensamos en otros países como Turquía (71 euros) o Brasil (72 euros), pero bajo si lo comparamos con los estadounidenses o los británicos.
Aun así, la expansión del Black Friday no es lo único que ha cambiado. También su forma. Lo que empezó como un día con descuentos significativos en el sector de la tecnología, se ha transformado en una jornada de rebajas en todos los negocios. Hasta en los supermercados. Ya nadie se resiste a celebrar el Black Friday, incluso aquellos negocios que no tenían un papel relevante en esta celebración ya se han hecho un hueco, como es el caso del sector turístico y la hostelería. Y es que nadie renuncia a celebrar el día del consumismo por antonomasia.
El turismo se suma al Black Friday
Y pese a que los productos tecnológicos continuaban siendo los más vendidos en el Black Friday, cada vez más sectores se abren a él.
Según los números aportados por Ariadna Casasus, profesora colaboradora de los Estudios de Economía y de la Empresa de la UOC, en la actualidad, la tecnología copa un 40% de las ventas, seguido por moda y complementos que representaron el año pasado el 34% de las ventas. Pese a eso, el ocio y los viajes no se quedan atrás y el año pasado ya significaba “cerca del 10% de las ventas”, recuerda la experta.
Y detrás de un aumento de la demanda hay una campaña de marketing. “Con la pandemia, estos actores se vieron muy perjudicados, necesitaban medidas para incentivar su consumo. Y la euforia del Black Friday es una oportunidad muy buena de aprovechar”, explica.
Además, tradicionalmente para estos negocios, noviembre y diciembre son meses flojos. “El consumidor está más focalizado en la Navidad, se compran productos tangibles como la electrónica, los juguetes o las joyas”, incide Casasus. Por ello, la adopción del Black Friday ha supuesto atacar estos meses de baja demanda y recuperar el dinero perdido en los momentos del Covid-19. Y parece ser que invertir en turismo durante estas fechas ya tiene seguidores. Como figura en el Barómetro Turístico Brain Trust, el 40 % de los viajeros planifican sus viajes con antelación, de ahí que el Black Friday se haya convertido en un día clave y atractivo para todos los viajeros que no quieran pagar más de la cuenta.
No caer en estafas
Y aunque la euforia colectiva del Black Friday supone un buen aliciente para obtener ventas, como remarca Casacus, no siempre es un acierto: “también puede ser un momento arriesgado si no se planifica y se ejecuta de forma estratégica”.
Casacus advierte del peligro de caer en una campaña falsa, provocada por un bulo en la red. Una práctica que puede dañar a la reputación de la empresa. “Hace pocos días se promocionaba que Iberia regala 5.000 billetes de Iberia a destinos europeos y era falso”, ejemplifica. Aunque, aparte de inventado también era una estafa. Para entrar en dicho sorteo de billetes se tenía que abonar 2,90 euros por unos supuestos gastos de gestión. Y, aparte, se tenía que reenviar el enlace a cinco contactos más, para así dejar a los estafadores nuevas víctimas a las que engañar. No tardó mucho Iberia en desmentir este bulo en un comunicado y en sus redes sociales, pero, desafortunadamente para muchos el daño ya está hecho.
¿La inflación afectará al Black Friday?
No obstante, con el panorama de inflación, el sector del gran consumo contiene la respiración ante el panorama inflacionario que vigente. Pero, ¿esto afectará al Black Friday? Para Casasus no tiene por qué. “Ahora más que nunca se planificaran las compras con antelación para aprovechar el momento de promoción de Black Friday para poder beneficiarse de compras a mejor precio”, considera la experta. De hecho, según it Reseller, el 55,7 % de los españoles realizará alguna compra en Black Friday.
Según Casasus, el cada vez más es más exigente, por eso es importante que las empresas “hagan ofertas y promociones interesantes, que les aporten valor, que marquen la diferencia”, concluye.