Los hoteleros encaran constantemente nuevos retos y desafíos dentro de la industria para mejorar la experiencia de sus huéspedes. De cara a 2024, observamos que la industria hotelera deberá seguir afrontando una serie de desafíos macroeconómicos.
La inflación sostenida de las tarifas aéreas probablemente reducirá la frecuencia de los viajes, lo que desencadenará efectos en la demanda hotelera provocando un escenario desafiante que podría sentirse en distintos puntos del planeta. Esperamos una caída escalonada en las tarifas promedio de ocupación hotelera, impactando también al comercio minorista turístico que se encuentra también en riesgo por el aumento casi tres veces mayor en los costes de billetes de avión.
Ante este panorama, es imperativo que la industria reconsidere creencias operativas arraigadas, como es el caso de la preferencia por los procesos manuales ya sean reservas o pagos, que se han mantenido relativamente sin cambios a lo largo de las décadas y que resulta insuficiente para abordar el problema que nos ocupa. Es hora de abrazar una transformación digital integral.
Los hoteleros deben apoyarse en socios tecnológicos para ayudarse mutuamente a afrontar esta situación juntos. La tecnología existente ofrece soluciones disruptivas que optimizan los procesos desde el check-in hasta el servicio de limpieza, y también desbloquean ahorros sustanciales en los costes.
La adopción de perspectivas innovadoras se vuelve crucial en este momento. Los hoteleros deben dejar atrás las prácticas tradicionales y abrazar la tecnología al completo, haciéndola aliada de sus negocios para mejorar la experiencia del huésped y mantener la competitividad en un entorno económico desafiante. Este cambio hacia la modernización no sólo es necesario, sino que también puede ser clave para superar los obstáculos que se avecinan.
En conclusión, 2024 planteará desafíos significativos en la industria hotelera, pero también ofrecerá oportunidades únicas para reinventarse. Las empresas que tendrán éxito serán las que piensen en digital. La tecnología se encuentra a nuestro alcance y es responsabilidad de los actores de la industria abrazarla, colaborar con innovadores y asegurarse de que la experiencia de huésped siga siendo el núcleo de la propuesta de valor.