La tradición del sector de la pastelería y chocolatería en España se remonta a varios siglos atrás, y es una pieza indispensable de la cultura gastronómica del país. Con una larga historia en la producción de dulces y chocolates, y gracias a recetas que han sido transmitidas de generación en generación, nuestros maestros reposteros han mantenido un legado artesanal de valor incalculable.
Nuestra pastelería y chocolatería, que goza de tradición, creatividad y una amplia gama de productos, que van desde recetas clásicas como el flan o los churros con chocolate a creaciones más modernas y sofisticadas, y que, además, cuenta con una gran riqueza regional, con múltiples especialidades autóctonas, es altamente valorada tanto a nivel nacional como internacional.
Sin embargo, en los últimos años el sector ha tenido que hacer frente a varios desafíos, entre ellos, la gran competencia existente en el mercado, que incluye una amplia variedad de establecimientos y, sobre todo, una creciente canibalización por parte de las grandes cadenas; o los costes de las materias primas, que sufren una gran fluctuación de precios y afectan a los márgenes de ganancia de las pastelerías y chocolaterías.
En este sentido, quizás uno de los mayores retos a que se enfrenta el sector, especialmente el de la chocolatería, es la falta de cacao. Una crisis histórica que, si bien ha afectado al conjunto de la industria, ha tenido un gran impacto en Europa como principal consumidor global de este ingrediente, y que es el resultado de causas de diversa índole, aunque principalmente puede atribuirse al cambio climático, que ha provocado el aumento de las temperaturas y una condiciones tan secas que han destruido las cosechas.
Grandes cadenas y relevo generacional
Por otro lado, en lo que respecta a la irrupción de las grandes cadenas, el sector de la pastelería y chocolatería demanda la pervivencia del relevo generacional. Y es que en nuestro país muchas de las pastelerías y chocolaterías son negocios familiares que han pasado de generación en generación, a través de la transmisión, de padres a hijos, del conocimiento y las habilidades artesanales para mantener viva la tradición.
No obstante, la falta de interés por parte de las nuevas generaciones en torno al oficio es un hecho generalizado hoy en día, y puede poner en peligro la supervivencia de muchas de esas pastelerías artesanales que llevan décadas haciendo las delicias de la población con sus exquisitas recetas.
Concurso para fomentar el talento chocolatero
Ante este escenario, y conscientes de que la solución pasa necesariamente por apostar por el talento joven, desde Puratos hemos querido poner nuestro granito de arena a través de la segunda edición del concurso Generación Belcolade, el único campeonato juvenil del país que busca encontrar al mejor joven talento chocolatero de España entre las escuelas de pastelería y hostelería del país y, con ello, despertar el interés de los jóvenes por la formación de calidad en pastelería y chocolatería.
Roger Muñoz, alumno de la EPGB, ha sido el ganador de la cita gastronómica, y Elena Pujol, del Basque Culinary Center, Lorena Piñeiro, de la Escuela Eshob, y Paula Rué, del Institut Dertosa, se han llevado el segundo, tercer y cuarto premio.
La jornada, además, se ha desarrollado en torno a la temática de la sostenibilidad. Porque la sostenibilidad, en la actualidad, se erige como un elemento crucial para asegurar el futuro de cualquier sector, y el gastronómico no está exento de abordar la necesidad de repensarse y reconfigurarse alrededor de un modelo de negocio sostenible, en su sentido más amplio.
Con todo, los jóvenes son nuestra mayor esperanza. No solo porque son los que mejor pueden garantizar la adopción de la sostenibilidad en su día a día, sino porque, aún conservando las bases de esa tradición ancestral, aportan ese toque de innovación y creatividad tan necesarios para asegurar la continuidad de un oficio que debe permanecer en el futuro.
Marina Moreno, Product Manager en Puratos