Recientemente, se han actualizado las estrellas Michelin. Se conceden a los mejores restaurantes del mundo, que no necesitan hacer publicidad, por ejemplo, con bolígrafos personalizados. Funcionan con el prestigio del boca a boca. Y uno de los grandes triunfadores del evento fue Nacho Manzano, chef de Casa Marcial, en Asturias. Vamos a conocer mejor su historia.
Los orígenes de Casa Marcial
El restaurante que ha dado fama a Manzano tiene antigüedad y solera. Era la tienda y llagar (donde se hace la sidra) de su abuela Herminia. Luego lo convirtieron en casa de comidas sus padres.
Se halla en la aldea asturiana de La Salgar, perteneciente al concejo de Parres, cuya capital es Arriondas. Su enclave es precioso, rodeado por las montañas de la sierra del Sueve y del verdor típico del paisaje asturiano. Allí, Olga, la madre de los Manzano, guisaba para sus vecinos cabrito con patatinos y pitu de calella. Pero, al cogerlo sus hijos, dieron un giro al negocio.
Los inicios de Nacho Manzano
Nacho Manzano se hizo cargo del restaurante familiar en 1993 junto a su hermana Esther. Se había curtido en la cocina del negocio, junto a su madre. Pero antes de hacerse cargo de él pasó varios años trabajando en locales de Gijón para recibir otras influencias. Entre ellos, estuvo el popular Casa Víctor, que a él le parecía "el más vanguardista de los restaurantes tradicionales".
Con ese bagaje y solo 22 años, tomó el relevo en el negocio familiar. Su compromiso era mantener una cocina tradicional basada en los productos típicos de Asturias, pero elaborándolos con otras técnicas más novedosas. Ahora que está tan en boga lo rural, los Manzano lo defendieron desde el primer día.
Por ejemplo, no dejaron de preparar el pitu de caleya, que había dado fama al negocio, ni los tortos de maíz. Sencillamente, dieron un giro a sus preparaciones. Pero quizá la mejor muestra de ello sea el plato que titularon trucha en aroma de su hábitat. Incluso los diferentes menús de degustación que ha ido preparando rinden tributo a Asturias con sus nombres: el Cachucho, el Fito o La Salgar. Y así fueron llegando los reconocimientos.
Las estrellas Michelin
Poco a poco, Casa Marcial fue ganando fama en toda Asturias. Pero el espaldarazo definitivo se lo dio la primera estrella Michelin, obtenida en 1999. El mismo cocinero dice que fue una enorme sorpresa, pues "éramos supernovatos y no la esperábamos en absoluto".
No por este reconocimiento se acomodaron. Muy al contrario, siguieron trabajando en la línea que se habían marcado. Así, once años después, llegó la segunda estrella. Al tiempo, se incorporaban al negocio otros miembros de la familia, como su hermana Sandra, que se ocupa de la sala del restaurante y se encarga de otros proyectos.
Porque, desde entonces, los Manzano han ido abriendo nuevos restaurantes, casi siempre en Asturias. Es el caso de Gloria, con presencia en Oviedo y Gijón, que ofrece una propuesta diferente, más enfocada a lo urbano y a las tapas.
También es suyo el restaurante y hotel Narbasu, ubicado en el palacio de Rubianes de Cereceda, en el concejo de Piloña y con vistas a los Picos de Europa. En este caso, la cocina que proponen es también tradicional y elaborada con productos de su propia huerta. Ahora, finalmente, les ha llegado la tercera estrella Michelin.
En conclusión, esta es la historia de los Manzano. Otros restaurantes necesitan las tarjetas de visita baratas de HelloPrint para darse a conocer. Pero esta familia ya tiene toda la popularidad que precisa.