La consultora Simon-Kucher and Partners ha analizado cómo está afectando la inflación en los restaurantes. De su informe se extrae que la restauración, en comparación a otras áreas del turismo, espera incrementos de coste mayores en materias primas, energía y mano de obra. Además, "el alto grado de incertidumbre de los restaurantes sugiere que mayores medidas correctivas pueden estar por llegar", detalla su informe.
Los resultados de la encuestra, realizada a más de 3.000 empresas de 20 países, muestran una inclinación a la subida de precios, con un 80% de las empresas de restauración que declaran que haber subido los precios – más del 50% que lo harán en los próximos meses–; frente al 55% de las compañías del sector que ya han llevado a cabo una subida de precios y el 34% que tienen planificado hacerlo en los próximos meses.
A pesar de estos incrementos, no se esperan pérdidas de volumen significativas, un hecho que viene respaldado por "la rápida recuperación experimentada tras la pandemia, la falta de pérdidas de volumen significativas en las últimas subidas y a la alta inflación en productos básicos, así como, al efecto downselling -trasvase de consumos de ticket medio alto hacia ticket medios inferiores- que puede llevar a pensar que el público sigue teniendo incentivos a consumir fuera de casa", señalan los expertos.
El consumidor percibe una mayor subida
Sin embargo, en base al Panel trimestral de percepción de inflación de Simon-Kucher, el consumidor está percibiendo en lo que va de año una subida de precios en restauración entre 3 y 4 veces mayor que la real.
Los consultores advierten del "preocupante optimismo de los restaurantes" y la "falta de sofisticación en la gestión de dichas subidas, ya que casi la mitad de las respuestas afirman que aplicaron subidas indiferenciadas". Es decir, se están aplicando subidas de precio iguales para productos, ocasiones de consumo y localizaciones diferentes.
"Aunque por ahora no hayan tenido grandes efectos negativos, las empresas deben de empezar a dirigir parte de sus esfuerzos en realizar estrategias de precios más perfeccionadas", mantienen. De no ser así "la industria -tarde o temprano- se verá impactada por una bajada muy significativa de tráfico de clientes”. Y añade: “Lo más importante no es cuánto se suben los precios, sino cómo se suben", alertan.