Los datos de inversión hotelera de los primeros seis meses del 2022, recopilados por la consultora Gesvalt, reflejan un incremento del 35% de este mercado respecto al mismo periodo del año anterior. En total se han alcanzado los 1.521 millones de euros, cerrándose 68 operaciones de compraventa que involucraron 10.144 habitaciones, entre junio de 2021 y junio de este año.
Nuestro país y sus hoteles siguen siendo atractivos para los inversores extranjeros, que han acaparado el 60% del capital. Madrid y Barcelona acaparan un 44% del montante, mientras que Baleares, Costa del Sol y Canarias aglutinan un 42%.
"Sin embargo, a pesar del fuerte apetito inversor que sigue existiendo por el mercado español, se está produciendo una ralentización o paralización de las operaciones, lo que se conoce como una situación dewait and see para la segunda mitad del año debido a las múltiples incertidumbres existentes", reconocen los consultores.
Más de 16.000 hoteles ya están abiertos
A cierre de junio de 2022, se contaba con un total de 16.437 establecimientos abiertos, un 11,8% más que en 2021. Además, estos hoteles cuentan con una media superior de camas, con 113, un 3,8% más.
Este número de aperturas también se ha correspondido con el aumento de la tasa de ocupación. Hasta junio, se contaba con una ocupación media del 60%, lo que representa un crecimiento del 6,65% respecto a 2021.
El valor de los activos sigue reducido
El análisis de Gesvalt también ha determinado que la tasa de actualización, que mide el riesgo de invertir en un activo y la rentabilidad exigida, se ha mantenido en los niveles que se alcanzaron durante la pandemia "muy superiores a los que se podían encontrar hasta el tercer trimestre de 2020, cuando se iniciaron las restricciones de movilidad que redujeron a mínimos los ingresos de la temporada turística". Sin embargo, debido a la mejora de los datos de movilidad y turismo se espera que esta estadística vuelva a situarse en niveles de 2019 en los próximos meses.
Por otra parte, los expertos apuntan que la pandemia también ha tenido como consecuencia una diferenciación mucho mayor entre la rentabilidad exigida a los hoteles de las zonas prime (Madrid, Barcelona y zonas turísticas de playa) y el resto, "debido a la mayor sensibilidad de estos negocios a los cambios de mercado". Esto es algo que todavía perdura.