Bodeboca, la plataforma en la que comprar online vinos y destilados, ha desvelado algunas de las tendencias que marcarán lo que beberemos este 2023, en base a datos recogidos de casi dos millones de usuarios registrados.
1. Los tintos de "fresqueo"
Un nuevo año que viene marcado por la búsqueda de la frescura en los vinos y el consumo de los llamados “light reds”, tintos con menor graduación alcohólica, más frescos y fáciles de beber. Vinos con un marcado carácter atlántico, como el tinto gallego Albamar O Esteiro Caíño2018, cobran especial protagonismo. Igual que los elaborados con variedades autóctonas bien adaptadas al terruño. Ejemplo de ello son La Font Voltada 2017 de Abadia de Poblet, un Trepat en el que prima la fruta, y Micrit Caliza 2018, un Monastrell de perfil fresco.
2. Donde hubo tinto, ahora también hay blanco
Otra de las tendencias para este 2023 es la atención que determinadas bodegas tradicionalmente elaboradoras de tintos, especialmente en Rioja y Ribera del Duero, empiezan a prestar a los blancos. Es el caso de Viña Ijalba, que presume de tener el primer vino del mundo elaborado íntegramente con Tempranillo blanco. También Roda, con su primer blanco,a base de Viura, Malvasía y Garnacha blanca. Y en Ribera del Duero, donde hasta hace poco no se podían elaborar blancos bajo el sello de la DO, nos encontramos con bodegas como Dominio de Atauta, preocupadas por recuperar la Albillo mayor, la única variedad con la que se pueden elaborar blancos en Ribera.
3. Vinos, destilados y celebrities
En el universo de los destilados, y cada vez más también en el de los vinos, es común ver nuevas referencias abanderadas por alguna estrella. Es el caso del cineasta Francis Ford Coppola, que bajo su marca firma botellas como el Coppola Diamond Collection Claret, que enamora por su carácter seductor, sofisticado y persistente; o el rosado Hampton Water 2020, resultado de la unión de Jon Bon Jovi y su hijo Jesse con el mítico vigneron del Languedoc Gérard Bertrand. En el ámbito de los destilados, es ampliamente conocido el Tequila Blanco de Casamigos, la marca fundada por el actor George Clooney y sus amigos Rande Gerber y Michael Meldman
4. La vuelta a lo de toda la vida
En la actualidad es común ver cómo algunas bodegas están cotizando al alza sus añadas antiguas, con ejemplos como Valduero 12 años Gran Reserva 2001. Joyas vinícolas de las que quedan pocas referencias en el mercado se convierten en objeto de deseo.
Esta reconsideración del valor de lo antiguo ha llevado también al renacer de los claretes, un tipo de vino muy popular hasta hace 100 años en distintas zonas de España, pero menospreciado hasta hace muy poco. Sin embargo, no son pocos los productores que tratan de rescatarlo del olvido y ponerlo en valor con referencias como Valdiniebla Clarete 2021.
Otra corriente en auge es la del vino de pasto o blancos de albariza, vinos tranquilos elaborados en la zona del Marco de Jerez y Montilla-Moriles en los que el suelo y el terruño cobran especial importancia. Nebris Palomino Bajo Velo 2019, de la bodega González Palacios, es un ejemplo de este tipo de elaboraciones que recuperan una manera de hacer anterior al siglo XIX, cuando se empezaron a fortificar los vinos en la zona.
5. El prestigio de lo ahumado
El ahumado es tendencia en gastronomía, en un contexto de recuperación de técnicas ancestrales de conservación de alimentos (como se demostró en la pasada edición de Madrid Fusión) y en pleno auge de la cultura gastronómica nórdica, en la que es típica esta técnica. Tanto es así, que incluso ha llegado al universo de las bebidas. Aquellas que tienen toques ahumados o en las que el humo está de alguna manera presente durante su elaboración son muy apreciadas. Es el caso de destilados de agave como el mezcal Del Maguey Vida, el whisky turbado Ardbeg 10 Years y el vermut ahumado Dos Déus Origins Dip Smoked.
6. El cambio climático y nuevas zonas por descubrir
En un contexto de sequía y calentamiento global, cada vez son más preciados los viñedos con mayor altitud y latitud. En esta línea se empiezan a revalorizar zonas a las que hasta hace un tiempo no se les prestaba tanta atención.
En España, la Ribera del Duero oriental, con Burgos y Soria a la cabeza, empiezan a estar en boca de todos; Antídoto 2020 es un ejemplo de ello. En Bierzo, Rapolao, una parcela orientada al norte, es otro de esos viñedos con un prestigio creciente. Hoy concentra más de media docena de bodegas cuyos vinos han alcanzado las más altas puntuaciones de la crítica. Entre ellos, Castro Ventosa Valtuille El Rapolao 2019 y Ultreia Rapolao 2020.
Más allá de nuestras fronteras, zonas como Inglaterra, con bodegas como Nyetimber, en West Sussex, se hacen oír gracias a sus excelentes espumosos, y regiones remotas como la Patagonia argentina, la más austral del mundo donde se cultivan viñedos para la elaboración de vinos, empiezan a pisar fuerte con sus tintos ligeros de Pinot noir y, también, con sus espumosos y blancos, fluidos y elegantes. Familia Schroederer es uno de los productores que ya están dando bastante que hablar.
7. País de moda: Portugal
Aunque siempre ha sido un gran país productor y cuenta con una gran tradición vinícola, Portugal no siempre ha recibido la atención que merece. No obstante, todo apunta a que 2023 será definitivamente el año en el que exploraremos uno de los rincones con mayor diversidad de uvas autóctonas del mundo; un reducto de autenticidad, tipicidad y vinos que son auténticas joyas enológicas por descubrir. Por ejemplo, regiones como Bairrada, Alentejo y Dao, con magníficas bodegas como Toboadella y Herdade de Colheiros.
