Las plazas ofertadas por los pisos turísticos son ya más que las de los establecimientos hosteleros
El primer efecto ya se ha empezado a experimentar en el número de establecimientos hoteleros en funcionamiento, que ha disminuido un 3% respecto a 2018. En ese año, el Instituto Nacional de Estadística (INE) contabilizaba 12.647 unidades de todas las categorías, mientras que en febrero de 2024 existían 12.256. Por su parte, las viviendas de uso turístico ofertadas han alcanzado un nuevo récord en España, llegando a 340.000 en el año 2023. Así, el conjunto de plazas ofertadas por los pisos turísticos supera ya las del alojamiento hotelero y establecimientos similares.
Disminuye la competitividad turística
Por otro lado, la Cehat hace referencia al informe UrbanTUR elaborado por Exceltur, que evalúa y ordena la competitividad turística de los 22 principales destinos urbanos españoles, durante 2022 aumentaron un 33,8% las plazas de viviendas de uso turístico (VUT) respecto al año anterior.
Del informe se desprende además que, en ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga o San Sebastián, se ha observado cómo en los últimos años los propietarios de viviendas obtenían una rentabilidad de más de un 60% si decidían publicitar sus inmuebles en portales de alquiler de corta estancia, en lugar de destinarlos a contratos de largo plazo amparados bajo el régimen de la Ley de Arrendamientos Urbanos. De hecho, el estudio apunta que, en zonas como el casco antiguo de Sevilla, los alojamientos informales han alcanzado ya más del 61% de todo el parque residencial.
Los problemas de alquiler, sobre todo en las zonas tensionadas
Para la patronal, la escasez de viviendas de alquiler está generando "graves problemas de convivencia en muchos municipios españoles, provocando tensión entre los residentes que culpabilizan a la especulación inmobiliaria y al sector turístico".
La Cehat apunta que los últimos informes estiman en más de un 30% la disminución de la oferta de alquiler residencial desde la aprobación de la Ley de la Vivienda hace tan solo un año. Asimismo, denuncia que" las promesas reiteradas de construcción de vivienda pública para alquiler han sido incumplidas sistemáticamente con una caída del 86% desde el año 2006, debido a la necesidad de legislación municipal y autonómica para la agilización y la tramitación de licencias y la dotación de suelo público para estos efectos".
Para la Confederación este fenómeno tiene un carácter aún más dramático en los destinos turísticos estacionales, "donde la falta de viviendas para trabajadores de temporada ha generado grandes dificultades para poder prestar servicios".
En Europa, más de lo mismo
Desde Europa también se venían escuchando estas demandas desde hace años. En este sentido, Hotrec, la voz del sector alojativo en la Europa, publicó un informe sobre los alquileres turísticos de corta duración que subrayaba la necesidad de establecer una regulación europea que exigiera una legislación específica y condiciones equitativas a todos los servicios de alojamiento turístico. HOTREC abordó por primera vez el tema de las viviendas de uso turístico en 2014, en un análisis sobre lo que entonces se conocía como “economía colaborativa”.
La patronal europea recuerda que, en aquel entonces, se identificaron varios riesgos relacionados con el crecimiento exponencial de estos alojamientos: la competencia desleal, la exposición de los consumidores a los riesgos de seguridad, los ingresos fiscales no declarados y, sobre todo, la creciente presión sobre el acceso de los residentes locales a una vivienda asequible.
Qué piden los hoteleros
"No estamos diciendo que se prohíban las viviendas de uso turístico, sino que se controle como una actividad económica que conlleva riesgos y disfunciones. Esto se ha visto claramente reflejado en la retirada del mercado de cientos de miles de viviendas residenciales durante los últimos años y en el hecho de que en algunas zonas turísticas como Barcelona o Baleares esta actividad está dando lugar a la llamada “turismofobia”. Se está perdiendo la identidad de los sitios y la capacidad de poder vivir tranquilamente en determinadas zonas, lo que ha dado lugar a que se registren numerosas quejas vecinales debido a las molestias ocasionadas por los alojamientos ocasionales", responde Jorge Marichal, presidente de Cehat.