La llegada de nuevas tecnologías, la pandemia y las necesidades de la sociedad del momento, han generado un cambio cultural significativo en la hostelería: antes la mayoría de personas iban a los restaurantes a probar suerte; ahora, casi todos los clientes reservan mesa. ¿Los restaurantes se han adaptado a este cambio cultural?
Muchos negocios de hostelería aceleraron su cambio cultural tras la pandemia. Algunos iban ya a la vanguardia y habían superado con creces la primera fase de digitalización con la implementación de TPVs para automatizar la toma de pedidos, las órdenes a los proveedores y la gestión interna del restaurante. Otros, sin embargo, siguen teniendo dificultades para aceptar estos cambios y sumarse a la segunda fase de la digitalización, que incluye tecnologías disruptivas como libros de reserva digitales, asistentes virtuales, servicios de entrega a domicilio y sistemas de pedidos automáticos, entre otros.
Antes de la pandemia (y en muchos casos, todavía), las reservas se atendían de manera tradicional: una persona contestaba el teléfono del restaurante y apuntaba los datos del cliente en la típica agenda de papel. Era un proceso poco eficiente e incapaz de afrontar toda la cantidad de llamadas, trabajo y estrés que suponía.
Muchos establecimientos respondieron implementando un formulario en la página web del restaurante para que el cliente rellene sus datos por sí mismo. Lo que evita errores y agiliza un poco el proceso. Sin embargo, esto sigue sin ser muy eficiente, ya que ese formulario no está sincronizado con la sala del restaurante. O, dicho de otra manera: puede que el cliente haya rellenado el formulario para reservar en un día o a una hora en la que no hay sitio. Por lo que el encargado tendría que responder de vuelta por e-mail o teléfono para confirmar su reserva o modificarla… Un proceso insostenible en el tiempo.
La herramienta clave de las reservas
El cambio más revolucionario que trajo la pandemia y marcó la segunda fase de digitalización fueron los libros de reserva digitales, un software que permite la organización y afectación de las mesas en tiempo real. Estos libros incluyen un motor de reserva online que está sincronizado con la información de la sala, y recoge fecha, hora, zona, número de personas, preferencias (alergias), etc.
Se trata de una herramienta muy útil para superar las brechas de los formularios web. Aunque a día de hoy las reservas online representan un 60% del total, un 40% se siguen haciendo por teléfono. Esto refleja la importancia de la omnicanalidad en las reservas, es decir, la capacidad que tiene un restaurante de ofrecer a sus clientes múltiples canales como el teléfono, Telegram y Whatsapp, más allá de la página web o el famoso botón azul de “reserva mesa” de Google My Business.
Una solución para llegar al cliente por todos los canales
Ahí es donde entra BookyBot, un motor de reserva telefónico que está integrado y totalmente sincronizado con el libro de reservas en tiempo real. Ahorra el trabajo del formulario de la asistencia telefónica tradicional y la gestión del restaurante al mismo tiempo. El restaurante se llena solo de manera online y telefónica.
Entre sus principales ventajas, se encuentran la capacidad de atender a los clientes 24/7, en multiidioma, no perder ninguna oportunidad de negocio, ahorrar tiempo a los empleados y ayudarles a optimizar su trabajo.
Además, incluye otras funcionalidades que ayudan a mejorar el sistema de reservas y conversiones efectivas. Gracias a su sistema de notificaciones, hace llegar al cliente confirmaciones de reserva a su propio Whatsapp, lo que aumenta esa omnicanalidad tan marcada en el boom de la digitalización hostelera.
Esta herramienta y la evolución natural que han ido trazando las tecnologías en el mundo de las reservas, ponen de relieve que la omnicanalidad es una tendencia que va a ir a más y que va a ayudar a los restaurantes a revolucionar sus negocios.
Olivier Lepoutre, Chief Business Development Officer en BookyBot