¿Cómo cumplir con la nueva legislación europea?
La transparencia en la cocina enriquece la experiencia del comensal. Es necesario seguir las reglas del juego, en especial cuando se trata de informar a los clientes sobre lo que están consumiendo.
La legislación europea ha puesto el listón alto. Pide a los restaurantes que sean claros como el agua al etiquetar sus productos, como el vino. Se requieren todos los detalles sobre los ingredientes, si hay algo que pueda causar alergias y hasta los valores nutricionales.
Para los restaurantes, esto parece una montaña difícil de escalar, ya que significa compartir un montón de datos en un espacio tan pequeño como una etiqueta.
Pero aquí es donde entra en juego el ingenioso sistema de códigos QR para vinos. Con un simple escaneo desde el móvil, los clientes pueden descubrir todo lo que necesitan saber.
Da la posibilidad de compartir la historia detrás de cada botella: desde cómo se hizo el vino, qué uvas se usaron, hasta el año en que se cosecharon.
Con el código QR de SwearIt, cumplir con la ley es pan comido, y al mismo tiempo, le da a los clientes una experiencia moderna y educativa.
Hay más: el código QR es una herramienta que facilita la vida. Se pueden cambiar los datos en cualquier momento sin tener que rehacer las etiquetas.
Y para el cliente, se convierte en una aventura interactiva donde puede aprender más sobre el vino, recibir recomendaciones de maridaje y sentirse más cerca de la viña, todo desde la palma de su mano.
¿Cómo crear una experiencia memorable para el cliente a través de las etiquetas de vino?
Además de cumplir con las normativas y comunicar información, las etiquetas de vino personalizadas ofrecen una oportunidad para crear un momento único y memorable para el cliente.
Se trata de llevar la experiencia de beber vino a un nivel más profundo y personal.
El uso de etiquetas personalizadas junto con el código QR vinos proporciona una experiencia que conecta de manera emocional con el cliente.
Al escanear el código, los clientes pueden descubrir la historia del vino, la bodega y los valores que el restaurante quiere transmitir. Esto mejora la experiencia del cliente y también permite al restaurante contar su propia historia a través de un medio innovador y atractivo.
Las etiquetas personalizadas pueden incluir elementos adicionales que capten la atención del cliente. A través del código QR, es posible vincular a los comensales con contenido extra, como sugerencias de maridajes, notas de cata detalladas o curiosidades sobre la bodega y el proceso de producción del vino.
Este nivel de personalización informa y transforma la experiencia en algo memorable. Una etiqueta bien diseñada y enriquecida con el código QR para vinos puede ser un punto de fidelización para el cliente.
Al convertir el acto de beber vino en una experiencia informativa y personalizable, el restaurante se convierte en un lugar donde los detalles importan. Esto impulsa la lealtad de los clientes.
La autenticidad y exclusividad que ofrecen estos gestos son percibidas como un valor agregado, algo muy apreciado por los comensales de hoy en día.