Los productos 100% vegetales toman su protagonismo para dejar atrás las monótonas guarniciones, las típicas parrilladas de verduras y las tristes ensaladas, para explotar todo su potencial en platos llenos de vida, color, texturas y sabores nuevos, fluctuando entre lo tradicional, la fast food y la comida gourmet.
En España existen alrededor de unos 250 establecimientos veganos entre cafeterías, pastelerías, bares y restaurantes (según los datos que proporciona la App Happy Cow en 2021). Una gran oferta que abarca desde dulces y tartas pasando por platos crudiveganos, menús caseros, tapas creativas y la comida más calórica.
Mientras que los flexitarianos y nuevos veganos buscan una experiencia donde no echar de menos los sabores de antaño a través de comidas con mucha carne y queso vegetal, como hamburguesas, perritos, pizzas, nachos, ., quienes llevan más tiempo disfrutando de la comida 100% vegetal, abogan por platos mejor confeccionados, cotidianos, saludables y que contengan menos procesados (ensaladas elaboradas, potajes, sopas o revueltos), sin dejar fuera el capricho de disfrutar de unas albóndigas con tomate, unos calamares o un pincho de tortilla de patatas.
Esta oferta tan ecléctica puede encontrarse en ciudades como Barcelona, Madrid, Mallorca y Valencia, que albergan todo tipo de locales veganos. Muchos de ellos figuran como los mejores de España, según el criterio de aplicaciones y guías gastronómicas, circunstancia que ha propiciado que personas no familiarizadas con la comida plant based descubran gratamente un mundo nuevo en su paladar.
Más allá de los restaurante veganos
La incorporación de opciones veganas en algunos espacios gastronómicos tradicionales ya es una realidad. Muchos cuentan con cartas completas donde incluyen carnes vegetales, tapas clásicas (croquetas, ensaladilla rusa, embutidos y quesos) o platos como arroz con costra, pizza carbonara o guisos.
Este nuevo escenario facilita a la comunidad vegana un ocio gastronómico que años atrás era impensable, pues irrumpir en una cocina clásica, era sinónimo de negativa o de pobres alternativas limitadas a unas patatas bravas o verduras a la plancha.
Las cocinas del mundo siguen siendo una baza a jugar interesante, pues cuentan con una gran variedad de platos típicos vegetales en culturas como la japonesa, la siria, la libanesa, la china, la hindú o la mexicana.
Y para quienes no suponga un conflicto ético, quedan las nuevas propuestas veggies de las grandes cadenas de comida rápida, que en el último año han incorporado burgers, bocadillos y pizzas para su nuevo nicho vegano.
Todo el abanico de alternativas posibles a las que puede optar la comunidad veggie (y no veggie) consolidan el buen momento de aceptación y normalización que está siendo para la sociedad la alimentación vegetal.
