Bien de manera individual, o agrupados bajo los diferentes organismos públicos que respaldaban la participación de los productores de las diferentes comunidades, la mayor parte de los 1.164 expositores que acudieron a la última edición del Salón Gourmets hicieron gala de sus facultades para deleitar al paladar. Los dos pabellones habilitados por Feria de Madrid para acoger uno de los eventos gastronómicos del año, recibieron la visita de 79.959 personas (+ 2,1% respecto a la edición anterior).
La afluencia de público fue el reflejo, una vez más, de que la despensa española es cada vez más valorada tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Junto a la innovación servida en forma de aderezos para cócteles (tanto en forma de frutas deshidratadas, como en formato de infusiones, firmas como Cocktelea o Té tonic estuvieron entre las triunfadoras del evento), maridajes y platos preparados listos para ahorrar tiempo en la cocina; una vez más pudimos ver cómo los ingredientes tradicionales son puestos más que nunca en valor. Lo novedoso viene dado en su versatilidad.
Lo pudimos ver en el showcooking de Pepe Solla para Frinsa. El reconocido chef demostró cómo sacar provecho de una conserva de marisco o pescado sólo en unos minutos con un resultado más que atractivo. Su ventresca de bonito y greentallarin, o el cebiche de berberechos que hizo las delicias de los asistentes rescataron el sabor de estos productos en su máxima expresión.
Llamaban especialmente la atención los productos más artesanales que, si bien no sufren apenas variaciones en su sabor, si se adaptan al nuevo consumidor preocupado por la salud. Es el caso de las anchoas bajas en sal de Anchoas MA Revilla, que para su puesta de gala en la feria acudió el cocinero Roberto Ferradans y la sobadora Laura Muñón, quienes demostraron cómo bien al natural o en distintas combinaciones, que este alimento rico en sabores y textura también es capaz de sorprender.
Por su sabor y versatilidad, así como por ser uno de los ingredientes estrella del siempre repleto stand de Los Norteños, sin ser la carne, destacó el hojaldre de Tudanca. Una receta centenaria pero no por ello caduca, utilizada en la alta cocina de afamados chefs como Pedro Larumbe, Mario Sandoval o Adolfo de Toledo.
Un extenso recorrido por la España quesera, el amplio abanico de aceites de oliva virgen extra, frutos de nuestras tierras como las trufas de Teruel, las cerezas extremeñas y una importante muestra de dulces elaborados de forma artesanal –las mermeladas, mieles y cremas evolucionan no ya en sabores, sino en una cuidada presentación que marca la diferencia–; completaron la variada carta presentada en los pasillos del salón junto con embutidos, cafés, sakes y shushi (Japón era el país invitado).
En el próximo número de InfoHoreca, descubriremos estos y otros nuevos productos. Solicitala aquí