Corren buenos tiempos para la restauración organizada: el 64% de los grupos de los grupos prevén cerrar 2023 con un incremento de la facturación del 10% respecto a las cifras de hace un año, y un 52% estiman que lo harán a doble dígito; mientras que el 91% piensa realizar aperturas en 2024 y un 82% aumentar su plantilla.
Estos planes muestran la ambición de un sector que ya ha conseguido consolidar su cuota alcanzada durante la pandemia, superando los 10.000 millones de euros gastados por los españoles en este tipo de establecimientos, lo que representa el 30% del total del gasto hecho en el restauración, casi 5 puntos por encima que antes de la pandemia. En el caso del conjunto del foodservice se superan los 41.100 euros, liderando nuestro país el crecimiento europeo.
"El fuerte crecimiento experimentado por la Restauración de Marca en España no supone que se haya alcanzado un techo de crecimiento máximo para las marcas en el país, ya que como el Panel CREST de Circana nos muestra, las marcas, a pesar de estar más desarrolladas entre nuestros vecinos europeos, siguen ganando cuota, incluso a mayor ritmo que lo que lo hacen en España", adelantan desde la consultora.
La inflación: principal amenaza
Aunque se haya intentado mitigar la inflación continúa erosionando la rentabilidad de las empresas: el 97% de los operadores afirman que sus márgenes han disminuido.
Algunas compañías han amortiguado la subida de costes absorbiendo parte de estos incrementos para no repercutirlos íntegramente en el precio. "Esta presión podría continuar en los próximos meses, pues las cadenas de restauración estiman que sus principales partidas de costes aumentarán o se mantendrán en los niveles actuales", señala el observatorio.
En esta situación, 7 de cada 10 empresas planean incrementar sus precios en los próximos meses y la misma proporción (73%) espera revisar sus precios 2 o 3 veces al año. Ahora bien, cabe destacar que casi todas las cadenas (94%) realizarán estas revisiones modificando solo una parte de las cartas.
A este respecto, Edurne Uranga de Circana destacó que el diferencial entre el IPC en restauración y en retal es hoy el más bajo de entre los últimos 18 meses "y eso puede impactar fuertemente en el hábito de consumo en restauración de los españoles. Este hecho vaticina un 2024 dónde deberemos estar muy atentos a la evolución de este indicador macroeconómico y detectar de forma temprana cambios en los patrones de elección y consumo de los españoles".
Nuevas rutinas de consumo
En la actualidad se realizan 150 visitas per cápita anuales a establecimientos foodservice, 9 ocasiones menos que las registradas antes de la pandemia. Una situación que deriva, según los expertos, de nuevos hábitos como el homing o el teletrabajo: se ha duplicado el número de personas que trabajan desde casa, y "esto ha redefinido la estructura del sector tanto a nivel canales, ocasiones como incluso tipos de servicio".
Así vemos como ya el 32% del gasto que hacemos en foodservice es para consumir fuera del establecimiento, con una fuerte expansión tanto del delivery (que representa ya el 7% de todo lo que nos gastamos) como del takeaway (que representa el 25% del gasto total), según indica el Panel CREST de Circana.
El perfil del consumidor también ha cambiado: detrás de 1 de cada 3 visitas hechas al canal hay un consumidor mayor de 50 años, el cuál tendrá unas demandas y expectativas diferentes al resto de consumidores.
Gestión del desperdicio y sostenibilidad
En el apartado de sostenibilidad, uno de los temas que preocupa al 49% de los consumidores que acuden a un restaurante, la prevención y gestión del desperdicio alimentario es la acción prioritaria para el 27% de las cadenas encuestadas, mientras que el mismo porcentaje se decantará por los envases y cubiertos.
Por su parte, un 24% centrará sus esfuerzos principalmente en la búsqueda de eficiencias y ahorros en los consumos en el local. En esta línea, cabe resaltar que 6 de cada 10 cadenas ya disponen de un plan de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario y un 30% lo adoptará próximamente.
Entre las diferentes alternativas para gestionar el desperdicio alimentario, las actuaciones preferentes para el sector son la donación (48%) y la venta de excedentes a precio reducido, ya sea a través de terceros (42%) o en el propio establecimiento (30%).
Por otro lado, 9 de cada 10 (88%) cadenas consideran necesario contar con un plan para medir y reducir su huella de carbono (el 55% ya lo tienen y el 33% lo adoptarán próximamente) y 8 de cada 10 (78%) estiman también necesario disponer de un plan para medir y reducir su huella hídrica (el 30% ya cuentan con uno y el 48% lo implementarán próximamente).
Las compañías del sector siguen evolucionando sus menús para dar respuesta a las crecientes exigencias del consumidor en torno a la salud, a la diversidad de dietas, al consumo ético o a la proximidad, entre otros aspectos .Asimismo, el 64% de los grupos de restauración tienen planes de incrementar la oferta dirigida a personas con intolerancias alimentarias, el 42% prevé aumentar las alternativas vegetales a la carne y el 36% planea reducir el impacto calórico de sus menús.