Coca-Cola inauguraba el viernes 9 de junio, junto con la Federación de Hostelería en España (FEHR) el primer monumento al bar en San Bartolomé de Tirajana (Las Palmas, Gran Canaria), la localidad española de más de 50.000 habitantes con mayor tasa de locales de restauración por cada 1.000 habitantes.
La figura, creada por el artista canario Leopoldo Emperador, pretende "homenajear a todos esos lugares clave que forman parte de nuestra cultura, por su enorme importancia a nuestra economía, y por ser punto de encuentro de pequeñas y grandes historias".
Nuestro país tiene cerca de 3 bares por cada 1.000 habitantes, siendo León, Salamanca y Zamora las provincias que encabezan el ranking. Pero también hay otros datos curiosos que Coca-Cola ha querido recoger este año en el proyecto Benditos Bares en Datos donde se puede descubrir, por ejemplo, que de los 10 municipios con más bares por habitante, seis están en la costa y tres son conocidos por sus estaciones de esquí.
Este proyecto está basado en diferentes fuentes públicas y privadas con la colaboración de la FEHR a través de FEHRDATA. "Coca-Cola tiene una relación histórica con la hostelería. Por eso, este año, queríamos liderar un proyecto diferente que mostrase nuestro compromiso a largo plazo con el sector, que creemos que va a crecer significativamente en los próximos años", explicó José Carlos Cruz, Director Comercial de Coca-Cola durante la presentación de la iniciativa.
En InfoHoreca, por nuestra parte, hemos querido hacer un repaso a los principales cambios que se han producido en los establecimientos en los últimos años y que han hecho que los bares sigan siendo el centro social que han sido siempre.
Los bares de ahora, mejores que los de antes
Siete de cada diez españoles creen que los bares de ahora son mejores que los de antes, según un estudio sobre hábitos en los establecimientos hosteleros realizado por Mahou San Miguel. La calidad de la comida (70,3%), el buen tiempo y las terrazas (67,5%) son lo aspectos que más valoran, por encima de otros como la variedad (58,8%), la celebración de ferias, rutas de la tapa y fiestas regionales (58,1%), la relación calidad/precio (57,8%), el servicio (57,7%) o que se sirvan tapas gratis (53,1%). Pero lo que está claro para casi la totalidad de los encuestados es que la oferta “ha mejorado en los últimos años para adaptarse a los nuevos gustos del consumidor”.
Las reuniones con los amigos, las celebraciones o desconectar del estrés diario son los principales motivos por los que los que acuden a los bares; mientras que son los refrescos con gas, cerveza, agua, snacks salados y bollería algunos de los productos más consumidos.
De hecho, según el último informe sobre la compra impulsiva de The NPD Group, el tráfico vinculado a este tipo de alimentos ha crecido un 2,5%, y es en la restauración comercial donde se producen las mayores ventas. “Estos productos de impulso representan una categoría que ha crecido un 2,5% en el último año (entre julio de 2015 y junio de 2016), más de un punto por encima del crecimiento registrado en todo el sector de restauración durante el mismo periodo (1,4%)”, destaca el informe.
Para terminar con el perfil: si bien el colectivo formado por niños y jóvenes de hasta 24 años son los que más optan por este tipo de artículos, con 236 consumiciones anuales y el 30% del mercado, es en el grupo de adultos de 35 a 49 años donde más han crecido (+4%). Esta es precisamente la pista que está determinado el movimiento experimentado en los bares y cafeterías de nuestros país.
La relación con los millennials
El término millenials se le atribuye a jóvenes adultos de 25-35 años, un grupo que está formado por aproximadamente 9 millones de personas, según el INE, cuya influencia se está dejando sentir en sus patrones de consumo. A estas alturas no será extraño leer sobre la importancia del uso de la tecnología como medio de vida y herramienta comunicativa, y sus necesidades de inmediatez, además del precio.
En opinión de Mónica Muñoz García, socia fundadora de The Innova Room, “muchos de estos patrones han llegado para quedarse y parece poco probable que volvamos a esquemas de consumo antiguos. En especial en todo lo relacionado con la inmediatez y la relación bidireccional entre empresa y consumidor”.
En este contexto, Nielsen Iberia publicaba el verano pasado que en España se vuelven a abrir bares, un 3,6% más en 2015, con una previsión de crecimiento de en torno al 1,5% para 2016, según datos obtenidos a partir de su Panel de Hostelería, con el objetivo de ofrecer una completa radiografía del perfil del canal horeca en España.
En la fotografía del sector se apunta que desde 2008 se destruyeron entre 25.000 y 30.000 puntos de venta y el 30% del valor en la venta de bebidas en la hostelería, con los locales nocturnos como principales damnificados.
España cuenta en la actualidad con un 60% de bares tradicionales con más de 15 años de antigüedad media (244.088), mientras que respecto a los que abren de noche, en 2015 había 17.638 entre bares de copas y discotecas.
Por otro lado, la aparición de formatos organizados (ya son más de 7.500 establecimientos) es uno de los principales cambios que el canal horeca está experimentado en nuestro país. Y es que, en palabras del responsable del área de hostelería de Nielsen, Agustín Sans, España sigue siendo país de bares y los españoles siempre seremos ‘de calle’, pero esto es lo único que se mantiene.
Benditos Bares en datos, radiografía de los bares en España , publicado en la web corporativa de Coca-Cola España, cuenta con un mapa interactivo gracias al cual es posible descubrir el número de bares por habitante de los diferentes municipios.