Cada año los Bancos de Alimentos consiguen que casi 65.000 toneladas de alimentos no acaben al año en la basura. En el caso de la hostelería, la comida no consumida es un problema importante: sus desechos suponen el 14% del total. Para ponerle solución, la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, obligará a las empresas, fabricantes y sector horeca a gestionar correctamente los excedentes ya que, en caso contrario, podrían enfrentarse a multas de hasta 200.000 euros.
Con el fin de otorgar uniformidad y dar valor a los procesos en esa lucha contra el desperdicio alimentario, Bancos de Alimentos busca soluciones, apoyadas en la tecnología. Nos lo cuenta Fernando García Baladía, responsable del Canal horeca en la Dirección de Aprovisionamiento de la Fundación Banco de Alimentos de Madrid.
IH. ¿Se están haciendo bien las cosas en la hostelería en la lucha contra el desperdicio alimentario?
Fernando García (FG). En el año 2022 el 14% del desperdicio alimentario en España corresponde al sector horeca y todavía es pronto para adelantar cifras para 2023. Pero aunque todavía no hay descensos significativos sectoriales registrados en las cifras, se están dando los primeros pasos con toda una gradación de iniciativas que van desde las más elementales hasta las de aplicación de técnicas de inteligencia artificial a la gestión de excedentes.
Por otro lado, el sector se está posicionando y tomado medidas de cara a la entrada en vigor de la nueva Ley de Prevención de las pérdidas y el Desperdicio Alimentario.
IH. ¿Qué formas de colaboración tiene Banco de Alimentos con los hosteleros?
FG. Básicamente, recibimos en forma de donación los excedentes generados y los entregamos de forma equitativa a entidades benéficas para su redistribución a personas desfavorecidas.
También existe la posibilidad, en función de tipología de productos, volúmenes, fechas de caducidad y proximidad geográfica, de que el donante realice de forma directa la entrega de sus excedentes a una entidad benéfica homologada y previamente acordada con el banco de alimentos.
Ventajas fiscales por donar el desperdicio alimentario
IH. ¿Qué tiene que hacer un empresario para trabajar con el Banco de Alimentos?
FG. Muy sencillo. Sólo tiene que contactar con conectar con un banco local de los repartidos en las 54 provincias o con Fesbal, se estudian conjuntamente las necesidades y características de los excedentes generados: tipología y volúmen de productos, fechas de caducidad o consumo preferente con las que se trabaja, necesidades de frío, packaging o formatos de entrega, periodicidad con que se generan los excedentes, condicionantes de transporte y/o recogida, etc y se concreta su vehiculización en forma de donación al banco de alimentos que a su vez entrega de forma equitativa a entidades benéficas homologadas y autorizadas. Todo el proceso está regido por criterios de trazabilidad lo que garantiza un seguimiento de principio a fin.
Además, el banco de alimentos certifica el valor económico de las donaciones recibidas lo que añade una atractiva ventaja fiscal para el donante. Este punto es diferenciador.
IH. ¿Cuáles son los principales retos que quedan por superar?
FG. Son bastantes, aunque podemos concretar en algunos como más relevantes a corto plazo:
- Establecer las bases para la futura correcta aplicación de la Ley de prevención de las pérdidas y desperdicio alimentario.
- Digitalización y uso de herramientas basadas en la mejor tecnología.
- Optimización y racionalización de surtidos y formatos de consumo horeca para minimizar desperdicio.
- Concienciación de los consumidores y de todos los agentes implicados en la cadena.
IH. ¿Qué hará Fesbal para poder atajarlos?
FG. Fesbal ya ha avanzado y está trabajando en el cambio estratégico del modelo de trabajo y de relación entre bancos de alimentos asociados, donantes y entidades benéficas en el marco de la futura entrada en vigor de la Ley. El cambio de modelo pasa por establecer la nueva prestación de servicios a donantes y entidades benéficas con el apoyo tecnológico necesario que haga posible su mejor ejecución para todas las partes implicadas.